Para ser escritor...

Para ser escritor...

Siempre hay que tener algo claro. Ser escritor no es fácil.


Hoy en día se cree que cualquiera que escriba 10 páginas ya se puede considerar escritor, y lamentablemente no es así. La literatura se ha convertido en un negocio donde sólo sobresalen aquellos que tienen cierto talento o una obra que se ajusta a lo que los lectores quieren y es rentable.

Para se escritor, sinceramente hay que tener la combinación de ciertos elementos y estar dispuesto a publicar y hacerse conocer, ya sea por medio de las propuestas de editoriales o mediante tú mismo cuando realizas una autopublicación.

A continuación, expreso algunos puntos que hay que tener en cuenta para poder ser un buen escritor, a mi parecer:


1. Estar siempre dispuesto a escribir. Todo comienza por empezar a escribir. Sentarse delante de un ordenador o, incluso, contar con un cuaderno para escribir. Una vez que empiezas, todo lo que escribas comenzará a coger forma, ya verás.


2. Constancia. Es un punto importante. No vale con sentarse a escribir, también hay que ser constante, puesto que muchos comienzan a escribir (ya sea novela, relatos, etc.) y no terminan nunca su obra. Aquí en mi caso siempre escribo, sea lo que sea, te ayuda a no desconectar de la escritura, incluso puede darte nuevas ideas sobre tu obra, quien sabe.



3. Tener imaginación. Sea para la obra que sea. La imaginación es uno de los elementos más importantes a la hora de ponerse a escribir. Todos tenemos imaginación, solo hay que esperar a que aflore y alimentarla con diversas técnicas. Sí es cierto que hay obras que tienen más necesidad de imaginación (no podemos comparar una novela épica- fantástica con un diario de vida), pero aun así es un elemento que nunca podrá faltar.



4. Tener creatividad. Que no es lo mismo que imaginación, aunque estén vinculadas. La creatividad es aquello que hace al escritor tener sus ideas, ser innovador, con elementos externos a uno mismo (mediante lectura de varios tipos de lectura o por la influencia del entorno) o internos (nuestro nivel de imaginación, por ejemplo). También la creatividad es un elemento que puede hacer que nuestra obra sea diferente a otras tantas que hay en el mercado o por internet.


5. No hay que tener miedo a plagiar algunas ideas. Podría parecer que yo plagio, aunque no es así, pero sí es cierto que casi todas las novelas tienen un esquema prefijado (introducción- nudo- desenlace), unos prototipos de personajes (el héroe, la princesa, el malo, etc.) y todos con sus atributos personajes (el héroe valiente, la princesa guapa y en peligro, el malvado feo y poderoso, etc.), incluso en novelas biográficas u otro tipo tienen componentes parecidos si se leen con detenimiento (en las biografías, siempre tendemos a tener a alguien con quien no nos llevamos bien y consideramos que no es mala persona, también tenemos el mentor que creemos como un héroe, y el amor de nuestra vida o tu pareja con su símil de princesa en apuro, etc.). Hay ideas que por nuestra cultura occidental tenemos asumidas, y donde vemos los estereotipos desde la Iliada de Homero hasta Juego de Tronos de George R. R. Martin.




6. Saber redactar correctamente. Hoy día no es un problema con un buen corrector y Word ya lo tiene incorporado. Es importante, porque hay lectores que tienen muy en cuenta la ortografía y presentación de las obras, un texto mal escrito normalmente puede suponer falta de atención del escritor o ser un escrito de poca calidad, por muy buena que sea la idea.



7. Si vas a escribir una novela, tener una base. Estaba base consiste en saber sobre lo que quieres escribir, tener presente personajes, situaciones, paisajes o escenas, esquemas de capítulos o escenas sobre las que se basará el escrito. Todo esto ayuda al escritor a escribir sin irse por las ramas y a no bloquearse sin saber qué hacer, o al menos no bloquearse mucho. También ayuda a tener el final de la obra resuelta, es decir, saber cómo quieres que acabe, porque las ideas centrales podrás mejorarlas, cambiarlas o añadir más y que el final que desees siga siendo el mismo, da más libertad al escritor para escribir lo que quiera sin desviarse del inevitable final de su escrito.


8. Leer mucho. Sí, puede parecer que es un elemento esencial, aunque no tiene porqué serlo, pero seamos sinceros, quien más lee, más ideas tiene y mejor redactará y simpatizará con los lectores. Para empezar, en cuanto a las ideas, puedes embeber de las novelas de otros escritores, que de forma consciente o inconsciente, irás cogiendo sus ideas y formando una manera de pensar, siempre y cuando no suponga un plagio. En cuanto a la mejor redacción, leer más nos ayuda a aprender y comprender las estructuras de frases, optar por nuestra preferencia para escribir, mejorar nuestra ortografía, saber como redacta un escritor a sus personajes, paisajes, etc. y servirnos así de guía para hacer nosotros nuestros personajes y paisajes, etc. Y por último, en cuanto a simpatizar con los lectores, nos ayuda a construir nuestro escrito para que los lectores lo comprendan, conocer los trucos que nos hace acercarnos a ellos a partir de lo que nos gusta a nosotros de la lectura.




9. No es necesario tener una escritura enrevesada. Es decir, no hay que tener un lenguaje muy enrevesado de palabras cultas o poco usuales o exagerar con las metáforas, u otras medidas retóricas para enriquecer el texto. Normalmente, en función del público al que te dirijas, tendrás que utilizar distinto modo de expresión. Por ejemplo, para los niños utilizar frases cortas y muy directas, haciendo referencias a colores y personajes no muy detallados; para los adolescentes, un lenguaje sencillo y que comprendan perfectamente porque tienden a aburrirse si encuentran formulaciones de escritura muy enrevesadas que muchas veces no comprenden y que les resulta difícil meterse en la lectura. 


10. Y por último, no temer publicar, sea contactando con una editorial o mediante autopublicación. Yo he contactado con editoriales que muchas veces no te andan ni respondiendo, y cada vez son más los escritores que abogan por la autopublicación, debido a que tú eliges lo que quieres publicar, como quieres hacerlo y tú pones los topes. Yo he tardado mucho en decidirme desde que comencé a escribir por el típico miedo a no saber cómo reaccionarán los lectores y si gustará lo que escribes, así como creer que es complicado realizar cualquiera de las formas de publicación, aunque la verdad es que no son difíciles, sólo hay que tener ganas de publicar y darte a conocer.



Bueno, aquí os he dejado diez consejitos que espero que a cualquier escritor novel pudiera servirle o bien a que alguien se anime a escribir. No es algo difícil, pero requiere constancia y trabajo, porque no vasta con escribir y lo que surja, sino que destinas un tiempo a trabajar para que quede perfecto, primero para ti y luego para tus lectores. 



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